Este lugar declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO tiene mucho que ofrecer a los visitantes, como una arquitectura impresionante, una cultura vibrante y una comida deliciosa. Una de las mejores cosas que hacer en Trinidad es explorar su arquitectura colonial. Los visitantes pueden hacer un recorrido a pie por las calles empedradas y admirar los coloridos edificios con sus balcones ornamentados y sus intrincados detalles. Otra gran actividad para los turistas en Trinidad es visitar el Valle de los Ingenios. Esta zona albergó cientos de plantaciones de azúcar durante el periodo colonial de Cuba y hoy sirve como museo al aire libre donde los visitantes pueden aprender sobre el pasado del país. El valle cuenta con muchos lugares interesantes, como la Torre Manaca Iznaga, que ofrece unas vistas impresionantes del valle, y el Museo Palenque de los Cimarrones, que cuenta la historia de los esclavos huidos que formaron sus propias comunidades en esta zona. Para quienes busquen divertirse bajo el sol, Trinidad tiene muchas playas cercanas. Playa Ancón es una de las más populares cerca de Trinidad, con aguas cristalinas perfectas para nadar o navegar en kayak. Por último, ¡ningún viaje a Trinidad estaría completo sin probar algo de la cocina local! La ciudad tiene una gran variedad de restaurantes que sirven platos tradicionales cubanos como ropa vieja o arroz con pollo.