El primer tramo de tu tour te lleva a Santa Catarina, un barrio que es una galería viva del alma artística de Lisboa. Además del emblemático Elevador de Bica -una maravilla de la ingeniería desde 1892-, Santa Catarina cuenta con llamativos murales que dan vida a sus paredes. Además de ser un paraíso para los artistas, el barrio está cargado de historia. La zona fue antaño refugio de pescadores y trabajadores manuales, un hecho que se refleja en las pintorescas y coloridas casas que bordean las calles. Lo siguiente en el itinerario es Madragoa, donde el aire se tiñe con las melodías de la música de Fado. El distrito fue originalmente una comunidad de pescadores y más tarde se convirtió en refugio de inmigrantes africanos y asiáticos, que infundieron a la zona un rico tapiz de cultura y música. Aquí, el fado, el lamentable tesoro musical de Portugal, cobra vida en las tabernas de luz tenue donde se reúnen los lugareños.