Por el camino, hay una parada en el Palacio Strozzi, uno de los mejores monumentos renacentistas de Italia. Su grandeza e intrincada arquitectura hablan mucho de la familia Strozzi, una de las más ricas de Florencia, que mantuvo una relación siempre hostil con la poderosa familia Medici. También visitarás la plaza de Santa Trinita y cruzarás el puente del mismo nombre, que ofrece una vista espectacular del emblemático Ponte Vecchio. Pero el verdadero encanto comienza cuando cruzas a la zona de Oltrarno, el barrio más cautivador de la ciudad. Es aquí donde descubrirás monumentos de fama mundial, jardines, museos y edificios singulares. Pasear por las estrechas y sinuosas calles de Oltrarno es como retroceder en el tiempo, con los bulliciosos talleres de artesanos, orfebres y restauradores que contribuyen al auténtico ambiente florentino.