Conocida como la "Perla del Adriático", este impresionante lugar es un auténtico placer de visitar. Pasa una mañana caminando por las murallas; el recorrido es de 2 km a pie, y serás recompensado con vistas impresionantes. Dubrovnik no sólo es rica en maravillas históricas, sino también en delicias culinarias. Por su proximidad al mar, es lógico que Dubrovnik ofrezca unos platos de marisco excepcionales. Asegúrate de probar el crni rizot (risotto negro) antes de irte. A las afueras del casco antiguo, puedes tomar un teleférico hasta el monte Srd; sube al atardecer para disfrutar de unas vistas espectaculares. Cuando estás en Dubrovnik, no puedes dejar de visitar las dos islas principales, Lokrum y Mljet, que albergan magníficos jardines, lagos cristalinos, hermosas playas y cuevas fascinantes. Los transbordadores parten del puerto del casco antiguo, o incluso puedes ir en kayak.