Casablanca, una ciudad vibrante que mezcla armoniosamente tradición y modernidad, presume de una próspera escena gastronómica que capta la esencia de la cocina marroquí. Platos deliciosos como la harira, una suntuosa sopa a base de tomate con lentejas y garbanzos, y el tagine, un guiso cocinado a fuego lento con carnes tiernas y especias aromáticas, deleitan el paladar y muestran la delicadeza culinaria de los cocineros de Casablanca. Además, las bulliciosas calles de la ciudad ofrecen una amplia variedad de refrescantes zumos frescos y el emblemático té a la menta, símbolo de la hospitalidad marroquí. Participar en un Free Tour Gastronómico te brinda la oportunidad de saborear estas delicias, así como de aprender sobre las técnicas que hacen que la comida marroquí sea verdaderamente distintiva.