Inicia tu aventura en el Castillo de Cardiff, un sitio que se remonta a casi 2,000 años y tiene sus orígenes en la época romana, con muros que han visto de todo, desde fortificaciones normandas hasta opulencia victoriana. Desde allí, dirígete al Mercado de Cardiff, donde los comerciantes se reúnen desde finales del siglo XIX para vender de todo, desde productos frescos hasta los famosos pastelitos galeses, ¡un favorito local! Muy cerca se encuentra la Iglesia de San Juan, uno de los edificios más antiguos de Cardiff, que ha observado la ciudad desde el siglo XII. Cada una de estas paradas ofrece una muestra de la historia compleja de Cardiff, envolviéndote en relatos de caballeros medievales, comerciantes victorianos y comunidades resilientes.