La capital de Serbia tiene una belleza única y es un centro de la historia de Europa del Este. Tanto si te gustan los edificios históricos, probar comida típica o pasar una noche divertida, Serbia lo tiene todo. Camina por Knez Mihailova hasta la Plaza de la República y disfruta de la bulliciosa zona comercial de Belgrado. Encontrarás cafés, boutiques y restaurantes tradicionales con platos como sarma, gibanica o gulas. También podrás de degustar rakija, un aguardiente de frutas muy popular en los Balcanes. Para los amantes del arte, uno de los principales lugares de interés es el Museo de Arte Contemporáneo, un tesoro del arte ex-yugoslavo del siglo XX. Si quieres ver más ejemplos de arquitectura brutalista de la era comunista, acude a los barrios de Zemun y Novi Beograd. Después del atardecer, ve a la orilla del río New Belgrade para disfrutar la fiesta en las carismáticas barcazas flotantes del río.