Durante este gran recorrido por el centro histórico de la ciudad, caminarás alrededor de una obra de arte del siglo XII, la Catedral de Glasgow. Podrás recorrer sus arcos medievales y embarcarte en un viaje de 800 años atrás en el tiempo. Detrás de la Catedral, en una colina, se puede dar un paseo por el tranquilo y melancólico cementerio victoriano, la Necrópolis de Glasgow, que ofrece unas vistas espectaculares de la ciudad. Más al oeste, verás el impresionante Titán desde la orilla del río. Aunque no sea tan bello como otros puntos emblemáticos de Glasgow, el humilde Titán, una grúa de 150 pies que se completó en 1907, es un poderoso símbolo del histórico poder industrial de la ciudad y sus raíces de clase trabajadora. Aprovecha para charlar con tu guía sobre los desafíos que enfrentaron los lugareños para rejuvenecer la ciudad y transformarla en una metrópolis contemporánea.