Las sinuosas callejuelas de Besalú son un tesoro de anécdotas históricas y esplendor medieval. Embárcate en un viaje que serpentea por la antigua judería, donde las historias de un pasado vibrante están grabadas en los restos de la sinagoga y la escuela. Sentirás el pulso de la tradición en la Plaza del Ayuntamiento, donde las delicias locales, como los quesos artesanos, los embutidos y el dulce licor de ratafía, insinúan una rica herencia culinaria. Con tu pequeño grupo de viaje, contemplarás el Monasterio de Sant Pere, de la orden benedictina; una reliquia románica que atestigua la grandeza arquitectónica de Besalú. Como verás, no hay rincón de esta ciudad sin su historia, ni edificio sin su saga. Deja que la iglesia de San Vicente, con su llamativa fachada medieval, te transporte a una época en la que la historia estaba tallada en piedra.